jueves, diciembre 17, 2009

Ocho Pasos para Comenzar a Invertir




Los ocho pasos para comenzar a invertir:

1. Conseguir un buen consultor financiero.


2. Identificar su sensibilidad al riesgo.


3. Establecer el horizonte temporal.


4. Seleccionar los instrumentos y la moneda de inversión.


5. Monitorear el desempeño de la cartera de inversión.


6. Realizar los ajustes periódicos necesarios.


7. Mantener la disciplina y el control durante todo el proceso.


8. Revisar periódicamente los objetivos y los montos
    asignados para ahorro e inversión.


Veamos el detalle:
1. Consultor financiero: El asesoramiento de calidad es imprescindible para llegar a buen puerto con las inversiones. Un buen asesor verá sobradamente justificados sus honorarios con los beneficios que generará. En algunos casos podrán conseguirse bonificaciones sobre los honorarios, si el consultor obtiene comisiones por los productos que recomiende; sin embargo, debe cuidar que el asesor no pierda la independencia y objetividad.


2. Sensibilidad al riesgo: El riesgo alude a la posibilidad de perder parte o toda la inversión. Cada persona tiene una diferente tolerancia al riesgo y seleccionará de acuerdo a ella los instrumentos de inversión que más le convengan. El principal inconveniente es que resulta difícil determinar concretamente cuál es dicha tolerancia. Esta tarea conviene realizarla en conjunto con el consultor financiero, ya que de ella depende la estrategia de inversión a adoptar.


3. Establecer el horizonte temporal: El tiempo disponible para que madure la inversión es clave en la selección de la estrategia adecuada. Mientras mayor sea el plazo, más son las opciones y mayores las probabilidades de lograr el éxito.


4. Instrumentos y moneda de inversión: La elección de los activos en que se invertirá, así como la moneda en que estén denominados, no es neutra. Posee una gran influencia sobre el resultado final de la inversión. Por ello debe realizarse profesionalmente evitando las decisiones por omisión, o sin la adecuada base racional.


5. Control del desempeño de la cartera: Debe ser periódico y basado en un método pre-establecido. En caso contrario difícilmente se detecten a tiempo las desviaciones a corregir.


6. Ajustes periódicos: las medidas correctivas deben aplicarse siguiendo la estrategia elegida y no basadas en emociones como el miedo, pánico o la euforia. Paciencia y mente fría deben acompañar siempre al inversor.


7. Disciplina y control: Son elementos indispensables para no perder el rumbo en el mar de las finanzas.


8. Revisión periódica de objetivos: Permiten adecuar la estrategia a los cambios de la realidad del inversor y del mercado. De nada sirve una excelente elaboración estratégica si no posee flexibilidad para adaptarse a las mutaciones siempre presentes.

Gustavo Ibáñez Padilla

lunes, diciembre 14, 2009

Se puede llegar a ser rico sugiriendo ideas que no sean completamente perfectas



El modo seguro de fracasar como creador de ideas es tratar de ser perfecto.

Thomas Edison fue el mejor creador de ideas. Patentó 1093 invenciones que valían millones, y dio al mundo miles de otras ideas útiles que no se molestó en patentar.

Deberíamos, pues, aprender la lección de Edison.

No trató de ser perfecto. Sólo trató de crear ideas útiles, y de ponerlas a disposición para que cualquiera tuviera una oportunidad de mejorarlas.

De hecho, ¡TODAS las ideas de Thomas Edison se mejoraron! Piense en la primera "máquina parlante" de Edison que después fue mejorada convirtiéndose en un "fonógrafo", que más tarde fue mejorada y se transformó en un "sistema estereofónico" electrónico, y así sucesivamente.

O considere cuántas mejoras se hicieron en la iluminación eléctrica desde la idea de Edison de la lamparilla incandescente.

De hecho, usted podrá llegar a ser riquísimo limitándose a poner en consideración ideas que no funcionarán.

El único requisito de una idea "exitosa" que no funcionará es que de algún modo alguien podrá modificarla, adaptarla, combinarla o mejorarla para que sea útil.

Porque USTED puso en marcha una cadena de ideas, USTED obtendrá, se acreditará, será ascendido, y se enriquecerá como el originador, compartiendo los premios con quienes mejoraron SU idea en una forma final y funcional. ¡Si no hubiera originado la idea, no habría habido nada que mejorar!

Recuerde: toda idea (ya sea que funcione o necesite más desarrollo) es sólo un comienzo. Nunca supe de idea alguna (ni de cosa alguna fabricada por el hombre) que fuera per-fec-ta.

Todo idea es mejorada en el curso del tiempo a medida que aumenta el conocimiento, La tecnología y la experiencia del hombre.

¡Las ideas evolucionan! De eso trata la evolución, y ésta se aplica más visiblemente a las ideas c a todo lo demás. La sobrevivencia de los más aptos" se aplica a las ideas como lo hace la necesidad de adaptarse a las condiciones cambiantes.

No sea, pues, tímido ni vacilante al sugerir y pasar sus ideas a consideración. Sus ideas no necesitan ser perfectas. En verdad, ¡las ideas (hasta las de Edison) nunca fueron perfectas! De hecho, su idea ni siquiera necesita "funcionar" en sus primeras etapas. Sólo necesita ser un comienzo. Sin un comienzo, no podrá haber un completamiento positivo.

No confunda 'fracaso" con "derrota".

La base de toda creación de ideas es el fracasar hacia adelante.

No deje, pues, que el "fracaso" le quite algo. Asegúrese de que cada "fracaso" le ponga algo.
Ninguna de sus ideas "fallará" realmente. Cada idea -el fracaso o el triunfo- es sencillamente un paso hacia la creación de algo. Usted aprenderá tanto -o más- de sus fracasos como de sus triunfos. (Personalmente, he aprendido -y por tanto, en última Instancia, he aprovechado- mucho más de mis fracasos iniciales que de mis triunfos iniciales.)

Los fracasos son una parte esencial de la construcción del triunfo. Los fracasos crearon a Lincoln y le condujeron hacia la grandeza. Todos los triunfos y no los fracasos crearon a Napoleón y le condujeron hacia Waterloo.

Diez años de fracasos de ideas crearon la batería de níquel, hierro y álcali.

Más de 17.000 fracasos de ideas crearon el látex.


¿Teme usted que su idea fracase? Ensayar su idea es sencillamente un experimento para determinar en qué medida necesita modificarse, adaptarse, combinarse y mejorarse. No se trata de la prueba del triunfo o el fracaso pendientes de un solo disparo; es meramente un experimento de una sola prueba que, si usted usa los métodos de este libro, le conducirá a su triunfo último y a los premios por pensar ideas útiles.

Charles Kettering, el gran genio inventor de la General Motors, contó cómo desarrolló el motor Diésel. Dijo que durante seis años ensayó una idea tras otra que fracasaban hasta que finalmente halló una idea que funcionaría.

¿Charles Kettering fue un fracasado porque tuvo ideas que no funcionaron la primera vez que fueron intentadas? Sus ideas para el motor Diésel no funcionaron durante un período de seis años. ¿El era un fracasado? No exactamente. El modificó, adaptó, combinó y mejoró sus ideas hasta que desarrolló el motor Diésel, que fue cómo desarrolló todas sus grandes invenciones.

Uno pensaría que habría un modo más "científico", pero cuando Charles Kettering estaba a cargo de la investigación de la corporación más grande, rica y productiva del mundo, dijo que "ensayar una idea tras otra es el único modo de triunfar que conocemos".

No vacile tímidamente en sugerir sus ideas porque no sean perfectas (y nunca lo serán) y porque tema que podría fracasar la primera prueba experimental. ¡Caramba! Todas las ideas tienen que modificarse, adaptarse, combinarse y mejorarse. Todas las ideas evolucionan como conocimientos, la tecnología, y la experiencia muestran los modos de mejorarlas.

Como dice el viejo proverbio italiano: Quien nunca fracasa, nunca llega a rico.

El secreto de hacerse rico más rápidamente es ¡FRACASAR HACIA ADELANTE!



M. R. Kopmeyer

sábado, diciembre 12, 2009

Ahorro e Inversión



Los tres pasos necesarios para comenzar a ahorrar:

1. Fijar un objetivo.

2. Determinar el monto mensual a ahorrar.

3. Comenzar efectivamente el plan de ahorro.


Desarrollemos estos pasos uno a uno.

1. Objetivo: Puede ser la compra de un automóvil, una casa, los estudios universitarios de sus hijos, una maestría, un emprendimiento o el más importante: la jubilación. El objetivo es imprescindible, a fin de lograr la motivación necesaria para mantener la disciplina del ahorro mensual fijo y permanente. Debe ser específico y acotado en el tiempo.

2. Monto mensual: Debe fijar una cantidad posible de conseguir, pero que implique cierto sacrificio. Para el caso de la jubilación: El porcentaje de los ingresos que usted precisa reservar para su futuro depende -entre otros factores- de su edad, su tolerancia al riesgo, la rentabilidad esperada y el nivel de ingresos deseado. Si pretende jubilarse, a los 65 años, con el equivalente al 70% de su ingreso actual, se estima necesario ahorrar -hasta la jubilación-, los siguientes porcentajes de sus ingresos - según la edad de inicio-: 30 años: 10%; 40 años: 21%; 50 años: .48%; 55 años: 84% (calculado sobre la base de un rendimiento promedio del 8% anual y una inflación promedio del 3% anual, moneda dura, ej: dólares). El factor tiempo juega un rol fundamental, por lo que resulta evidente la necesidad de comenzar inmediatamente el plan de inversión para la jubilación.

3. Comenzar: este paso no requiere mayor explicación. La teoría sin aplicación práctica carece de sentido. ¡Comience ya!

Gustavo Ibáñez Padilla ("Cómo Potenciar sus Ingresos e Inversiones")

martes, diciembre 08, 2009

Dinero, Gasto y Vejez



"La gente prefiere suicidarse a tener que aprender matemáticas".
Bertrand Russell

Ser racional es difícil para la gran mayoría de las personas. A los humanos se nos estimula constantemente a sentir, pensar y comportamos de de terminadas maneras. Las exigencias familiares, educativas, sociales, matrimoniales, de credo, y aun de amistad, norman nuestra conducta y establecen modelos que no nos gusta practicar, pero que en ocasiones seguimos.

Con frecuencia nos resulta difícil concentramos y pensar atinadamente en las razones por las cuales no nos damos tiempo para analizar los hechos. Nuestro comportamiento se vuelve mecánico o reactivo (en lugar de vivo y activo) y a diario nos esforzamos por realizar tareas intrascendentes.

Lo mismo sucede con nuestros sentimientos negativos; nos limitan. Comemos en exceso cuando nos sentimos emocionalmente vacíos, tomamos alcohol para aliviar nuestras penas y ganamos innecesariamente cuando nos sentimos injustamente privados de nuestras “necesidades”.

Los psicólogos vemos diariamente en nuestros consultorios a muchas personas que tienen diferentes problemas psicológicos; dichos problemas, en ocasiones, contribuyen a que la gente gaste en exceso. Algunos individuos tienen una exagerada necesidad de triunfar y de aparentar ante sí mismos y ante los demás, que no tienen problemas económicos.

Otros anhelan tanto el ser queridos y aceptados, que gastan en exceso a fin de conseguirlo, a través de la compra de regalos para sus amigos y familiares, y de la costosa asistencia a numerosas actividades sociales, privándose así de la satisfacción de realizar sus sueños a largo plazo.

La hostilidad y el enfado hacia otras personas puede tratar de “manejarse” procurando alejar dichos sentimientos por medio de compras compulsivas, lo cual conduce a algunos individuos a excederse en sus gastos. El miedo de sentirse solo y triste, aunado a la incapacidad para tolerar la frustración normal, puede explicar que se realicen compras innecesarias e irracionales.


Éste es uno de los problemas psicológicos con el dinero, el otro es el de la previsión económica para la vejez.


¿Por qué tan pocas personas hacen planes para su vejez?

¿Por qué algunas personas dejan para el último minuto una tarea tan importante que afecta su futuro?

¿Será quizá que es más fácil no enfrentar algunos aspectos de la vida que nos ponen nerviosos?

Psicológicamente, la vejez ejerce demasiada presión. Cuando se es viejo es aún más difícil soportar las dificultades comunes. Los amigos se enferman, los conocidos mueren, una generación más joven adquiere posiciones importantes en la sociedad. Las mujeres que se consideraron atractivas toda su vida comprenden que ya no llaman la atención como antes; los hombres con una cierta capacidad empiezan a sentirse rechazados por las personas que antes buscaban su consejo.

Es sorprendente que cada vez más gente llegue a la vejez con tan poca idea de cómo manejarse adecuadamente desde un punto de vista financiero. Esta inexperiencia tiene un fuerte influjo en el carácter de las personas. No tener esperanzas para el futuro puede deberse en gran parte a no considerarse capaz respecto de su situación económica.

Además, sentirse amenazado por la pérdida de la pareja estimula las ideas de incapacidad. Casi podemos construir una ecuación que diga: cero planeación financiera, más el temor de estar solo, igual a depresión y sentimientos de incapacidad.

En el caso de las mujeres, el panorama empeora respecto al de los hombres.

Cuando se trata de dinero, las mujeres están en problemas con frecuencia. Las que trabajan ganan 40 por ciento menos de lo que perciben los hombres. Dos tercios de las mujeres en los Estados Unidos son viudas, divorciadas, separadas, o sus esposos ganan menos de 18 mil dólares anuales. A pesar de todos los avances espectaculares habidos en el siglo XX, las mujeres siguen siendo discriminadas económica y profesionalmente en casi todas las áreas.

Albert Ellis y Patricia A. Hunter

jueves, diciembre 03, 2009

Superando los Obstáculos para la Libertad Financiera: Razón Número Uno



Un vez que las personas han estudiado y se han convertido en especialistas en finanzas, aún tienen que enfrentar obstáculos para pasar a ser financieramente independientes.

Existen cinco razones principales por las cuales, aún habiendo logrado la especialización financiera, la gente no desarrolla columnas de activos abundantes. Columnas de inversiones que podrían producir enormes sumas de flujo de dinero en efectivo. Columnas de inversiones que podrían darles libertad para vivir la vida que sueñan, en lugar de trabajar full time tan sólo para pagar las cuentas.

Esas cinco razones son:

1. Miedo.

2. Pesimismo.

3. Conformismo.

4. Malos hábitos.

5. Arrogancia.


Razón No 1: Superación del miedo a perder el dinero
Nunca conocí a alguien a quien que realmente le guste perder dinero. Y en todos mis años, nunca he conocido a alguna persona rica que jamás hubiera perdido dinero. Pero he conocido muchísimas personas pobres quienes jamás perdieron un centavo… invirtiendo, por decir así.

El miedo a perder dinero es real. Todos lo tienen. Aún los ricos. Pero el miedo no es el problema. Es de qué forma maneja usted el miedo.

Es cómo usted maneja el hecho de perder. Es cómo maneja el fracaso, lo que hace la diferencia en su vida. Y eso se aplica a todo, no sólo al dinero. La diferencia principal entre una persona rica y una pobre, radica en la forma en que manejan ese miedo.

Está bien sentirse temeroso. Está bien ser un cobarde cuando se trata de dinero. Aún así usted puede ser rico. Todos somos héroes en algo, y cobardes en alguna otra cosa

Mi padre rico entendía las fobias en relación al dinero. “Algunas personas tienen temor a las serpientes. Algunos tienen terror a perder dinero. Ambas son fobias”, decía. Para él, la solución a la fobia a perder dinero estaba en este pequeño dicho:

“Si usted odia el riesgo y la preocupación... comience temprano.”


Por eso los bancos recomiendan el ahorro como un hábito para cuando se es joven. Si se empieza de joven, es fácil hacerse rico. No deseo adentrarme en esto ahora, pero existe una tremenda diferencia entre una persona que comienza ahorrando a la edad de 20 años, respecto de una que lo hace a los 30. Una diferencia asombrosa.

Mi vecino trabaja para una de las principales compañías de computación. Ha estado allí por 25 años. En cinco años más, dejará la compañía con 4 millones de dólares en su plan de jubilación 401K. La mayor parte está invertida en fondos comunes de alto rendimiento, los cuales él convertirá en bonos y títulos del gobierno. Él tendrá apenas 55 años cuando se retire, y contará con un flujo pasivo de dinero en efectivo de 300.000 dólares por año, más de lo que recibe en concepto de salario.

Así que, se puede hacer, aún si usted odia perder o correr riesgos. Pero debe comenzar temprano y sin duda, establecer un plan de jubilación, y contratar un planificador financiero de confianza para que lo guíe antes de invertir en algo.

Pero, ¿y si a usted ya no le queda mucho tiempo o le gustaría jubilarse temprano? ¿Cómo maneja el miedo a perder dinero?

Él nos decía constantemente que la razón principal de la falta éxito financiero era que la mayoría de las personas juegan demasiado sobre lo seguro. “La gente tiene tanto miedo de perder, que pierde”, eran sus palabras.

Fran Tarkenton, un grandioso lanzador de la Liga Nacional de Fútbol Americano, lo dice de otra forma: “ganar implica no tener miedo a perder”.

En mi propia vida, he notado que ganar a menudo viene después de perder. Antes de aprender finalmente a andar en bicicleta, me caí muchas veces. Nunca conocí a un golfista que jamás haya perdido una pelota de golf. Nunca conocí gente que se haya enamorado, sin primero se le haya roto el corazón. Y nunca conocí a alguien rico que jamás hubiera perdido dinero.

Así que para la mayor parte de la gente, la razón por la cual no ganan financieramente es porque el dolor de perder dinero es muchísimo más grande que la alegría de hacerse ricos. Un dicho en Texas expresa: “todos desean ir al Cielo, pero nadie quiere morirse”.

Muchos sueñan con ser ricos, pero están aterrorizados de perder dinero. Así que jamás "llegarán al Cielo".

Papá rico sabe que un fracaso sólo lo haría más fuerte y más astuto. No es que deseara perder; simplemente, él sabía quién era, y cómo tomaría la pérdida; la transformaría en ganancia. Eso lo convertía a él en ganador, y a otros en perdedores. Le daba el coraje para cruzar la línea cuando los demás retrocedían.

Pero, probablemente, las palabras que significan más para mí son: “los audaces no entierran sus fracasos, se inspiran con ellos”.

Toman sus fracasos y los transforman en acciones estimulantes. El fracaso los inspira a convertirse en ganadores. Es la fórmula de todos los ganadores.

A los ganadores, perder los inspira. A los perdedores, perder los derrota.

Citando a John D. Rockefeller: “siempre traté de transformar cada desastre en una oportunidad”.

El fracaso inspira a los ganadores. Y la derrota a los perdedores.

Es éste el mayor secreto de los ganadores. Las personas que no tienen miedo de perder, odian perder, y por eso saben que perder sólo los inspirará a ser mejores. Hay una gran diferencia entre odiar perder y tener miedo de perder.

Muchas personas están tan temerosas de perder dinero, que lo pierden. Financieramente hablando, en la vida apuestan demasiado sobre seguro y demasiado en pequeño. Compran grandes casas y autos lujosos, pero no hacen inversiones grandes. La principal razón por la que el 90 por ciento del público norteamericano lucha financieramente, es porque juegan a no perder, en lugar de jugar para ganar.

Estas personas se dirigen a su planificador financiero, o a su contador o a su agente de bolsa, y compran un portafolio equilibrado. Mucho de ellos tienen buena cantidad de dinero en fondos comunes, bono de bajo rendimiento, plazos fijos, que pueden ser negociados dentro de una familia de fondos comunes, y unos pocos paquetes de acciones individuales. Es un portafolio seguro y sensible. Pero no es un portafolio ganador. Es el portafolio de alguien que juega a no perder.

No me malinterpreten. Porque un portafolio seguro es mucho mejor que ninguno. Es un gran portafolio para alguien que ama la seguridad. Pero jugar sobre seguro e invertir en un portafolio “equilibrado”, no es la manera en que los inversores exitosos juegan el juego.

Si usted tiene poco dinero y desea ser rico primero debe “enfocarse”, no “equilibrarse”.
Si observa a alguien exitoso, verá que en el comienzo no estaba balanceado. La gente balanceada no va a ninguna parte. Se mantienen en un punto. Para progresar, usted primero debe “desbalancearse”. Sólo observe cómo se avanza al caminar.

Ponga muchos de sus huevos en pocas canastas. No haga lo que hacen las clases media y pobre: poner sus pocos huevos en muchas canastas.

Si usted odia perder, si perder lo debilita, juegue sobre seguro. Invierta en inversiones equilibradas. Si tiene más de 25 años y está aterrorizado de correr riesgos, no cambie. Juegue sobre seguro, pero empiece temprano. Comience acumulando temprano los huevos de su nido, porque le llevará tiempo.

Pero si sueña con la libertad, la primera pregunta que debe formularse es: “¿Cómo respondo al fracaso?” Si el fracaso lo inspira a ganar, tal vez debería ir tras él. Si el fracaso lo hace sentir más débil o le provoca cambios de humor, entonces juegue sobre seguro. Conserve su empleo de todo el día. O compre bonos o fondos comunes. Pero recuerde, también hay riesgo en esos instrumentos financieros, aunque son más seguros.

Digo todo esto, porque acumular en la columna del activo es fácil. Es realmente un juego de baja aptitud. No requiere de demasiada formación. Con matemática de quinto grado es suficiente. Pero arriesgar la columna del activo es un juego de alta aptitud. Se necesita estómago, paciencia y una gran actitud frente al fracaso. Los perdedores evitan el fracaso. Y el fracaso transforma perdedores en ganadores.

martes, diciembre 01, 2009

Superando los Obstáculos para la Libertad Financiera: Razón Número Dos



Razón Nº 2: Superar el pesimismo

“El cielo se está cayendo. El cielo se está cayendo”. Muchos de nosotros conocen el cuento de “Gallinita”, quien corría alrededor del patio de la granja alarmando a todos con anuncios de inminentes calamidades. Todos conocemos personas así. Pero también todos tenemos un “Gallinita” dentro de nosotros.

Y como he expresado anteriormente, el pesimista es realmente una pequeña gallina. A todos nos sale una gallinita cuando el miedo y la duda nublan nuestros pensamientos

Todos tenemos dudas. “No soy inteligente”. “No soy lo suficientemente bueno”. “Tal y cual son mejores que yo”.

O a menudo nuestras dudas nos paralizan. Jugamos el juego de “¿Y si...?”

“¿Y si la economía colapsa después de que yo invierta?”

“¿Y si pierdo el control y no puedo devolver el dinero?”

“¿Y si las cosas no se desarrollan como las planeé?”


O tenemos amigos o seres queridos que nos recordarán nuestros defectos sin importar lo que estemos preguntando.

Generalmente dicen, “¿Qué te hace pensar que puedes hacer eso?”. O: “si es una idea tan genial, ¿cómo es que no se le ocurrió a alguien más?”. O: “eso nunca funcionará”, “No sabes de qué estás hablando”.

Estas palabras de duda a menudo se hacen tan fuertes que nos impiden actuar. Se genera un sentimiento horrible en nuestro estómago. A veces no podemos dormir. No avanzamos. Y nos quedamos con lo que es seguro, y las oportunidades nos pasan de largo.

Contemplamos cómo la vida nos pasa desapercibida, mientras nos sentamos inmovilizados con un frío nudo en nuestro cuerpo. Todos hemos sentido esto alguna vez en nuestras vidas, algunos más que otros.

Peter Lynch remite a la fama de los fondos comunes de inversión Fidelity Magellan, a que las advertencias de que el cielo se está cayendo son oídas por todos nosotros como “ruido”.

El “ruido”, o bien se crea dentro de nuestras cabezas, o bien proviene del exterior. A menudo de amigos, familiares, compañeros de trabajo los medios. La mayoría de las personas son pobres, porque a la hora de invertir el mundo está lleno de ‘Gallinitas” corriendo por ahí, vociferando que el cielo se está cayendo, el cielo se está cayendo”. Y los Gallinitas” son efectivos, porque cada uno de nosotros es una gallinita. A menudo se requiere de gran coraje para no dejar que los rumores y los comentarios pesimistas y alarmistas afecten sus dudas y temores.

Mi punto es que son las dudas y ese pesimismo lo que hace que mayoría de la gente continúe pobre y apostando sobre seguro.

El mundo real, simplemente, lo está esperando para que se haga rico.
Son únicamente las dudas las que mantienen pobre a una persona. Como ya dicho, salir de la carrera de ratas es técnicamente sencillo. No requiere de demasiada formación, pero, para la mayoría de las personas, esas dudas son paralizantes.

“Los pesimistas nunca ganan”,
decía papá rico. “Las dudas y miedos no verificados, crean a un pesimista. Los pesimistas critican, y los ganadores analizan”, era otra de sus frases favoritas. Papá rico explicaba que la crítica enceguece, mientras el análisis abre los ojos.

Analizar permite a los ganadores a ver lo que está cegado para quienes critican, y ver oportunidades que otros pierden. Y encontrar lo que se les escapa del resto de las personas es la clave de cualquier éxito.

Los bienes raíces son una poderosa herramienta de inversión para cualquier persona en la búsqueda de libertad o independencia financiera. Es una herramienta de inversión única.

En el mercado de valores, escucho a menudo gente que dice: “No quiero perder plata”. Bueno, ¿qué les hace creer que yo o cualquier otra persona sí?

No ganan dinero porque eligen no perderlo. En lugar de analizar, cierran sus mentes a otro poderoso vehículo inversionista: el mercado de valores.

En diciembre de 1996, me encontraba cabalgando con un amigo, pasando por la estación de servicio de nuestro vecindario. El levantó la vista y vio que el precio del combustible estaba subiendo. Mi amigo es una “Gallinita”. Para él, el cielo siempre se está por caer, y generalmente se cae, ¡sobre él!

Cuando volvimos a casa, él me mostró todas las estadísticas que mostraban los motivos por los cuales el precio de los combustibles subiría en los próximos años. Estadísticas que yo jamás había visto, aunque yo ya era dueño de una substancial porción de acciones de una compañía de combustibles existente.

Con esa información, comencé inmediatamente a buscar, y encontré una nueva compañía de combustibles subvaluada que estaba a punto de descubrir unos yacimientos petroleros. Mi agente estaba entusiasmado con esta nueva compañía, y compré 15.000 acciones a 65 centavos por acción.

En febrero de 1997, este mismo amigo y yo pasamos por la misma estación de servicio, y desde luego el precio del galón había subido cerca de un 15 por ciento. Otra vez, “Gallinita” tuvo miedo y se quejó.

Yo sonreí porque, en enero de 1997, esa compañía pequeña dio un aumento en los combustibles, y esas 15.000 acciones subieron a más de 3 dólares por acción, a partir del momento en que me había dado el primer indicio. Y si mi amigo está en lo cierto, el precio del combustible continuará subiendo.

Así que dondequiera que escucho personas enfocándose en sus “yo no quiero”, en vez de en lo que ellos quieren, sé que el “ruido” en cabezas debe ser fuerte. “Gallinita” se ha adueñado de sus cerebros y está allí vociferando: “el cielo se va a caer y los baños se están rompiendo”. Entonces activan sus “yo no quiero”, pero pagan un alto precio. Quizás ellos jamás obtengan lo que desean en la vida.